Cuando existen deformidades en los dedos en los que están presentes daños óseos o osteoarticulares invariablemente se requiere una cirugía hecha por un podiatra o un traumatólogo para corregir esas deformidades.
Como opción no quirúrgica y de alivio, se recomienda el empleo de férulas de silicona diseñadas para resguardar los dedos y prevenir lesiones adicionales.