Con tu podólogo, reducir la incomodidad causada por los callos es posible, pero si no se abordan las causas subyacentes, estos volverán a aparecer.
En el caso de las callosidades en la planta del pie, es fundamental ajustar los puntos de apoyo.
Una sugerencia es alternar el calzado diariamente, evitando usar el mismo par dos días seguidos.
Además, considera usar plantillas ortopédicas personalizadas para redistribuir la presión al caminar.
Recuerda que la prevención es clave para mantener los pies saludables.